Documental Can tunis, otra visión de Barcelona, de Paco Toledo y José González
Este documental contiene una de las escenas más memorables que recuerdo. Un chaval de 11 años conduce un coche por su barrio, Can Tunis, mientras reflexiona sobre sus vecinos, la droga o cómo ha cambiado las calles donde ha crecido. Es tan alucinante lo que hace como que lo dice Y es un ejemplo de eso que solía decir García Márquez: la realidad siempre supera a la ficción.
Y si no que alguien me busque al guionista o escritor capaz de superar este fragmento del monólogo del chaval:
Y si no que alguien me busque al guionista o escritor capaz de superar este fragmento del monólogo del chaval:
A ver, ¿mi vida? Yo aún no sé lo que es mi vida; hasta que no sea grande no sé qué es mi vida. Yo sé lo que hago y lo que digo, pero mi vida aún no me la sé. No sé si voy a ser borracho, alcohólico... No sé lo que voy a hacer. O futbolista.
PD. Enlazo una entrevista en La Vanguardia con los directores: «La droga enriqueció y destruyó Can Tunis». Con eso y el documental, ya vamos teniendo claro que Barcelona no es tan mona como nos la cuentan, sino que también tiene sus Barranquillas o su Gallinero al más puro estilo Madrid.
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