15 de agosto de 2011

Economía libidinal, Claire Fontaine



01 | El arte no es un refugio, no es una posición, no es una actitud, es solamente un oficio. Esto hay que recordarlo, y cuando se diga artistas debería pronunciarse como se pronuncia doctores u obreros.

02 | Se ha olvidado que la cultura no se produce ni se asimila encerrados cada uno en su propia fortaleza contemplativa, si no interactuando en relaciones sociales compatibles con las verdades políticas que las animan.

03 | El único paradigma de transmisión de saber del conocimiento que nos resulta familiar es el de la universidad, con su sistema cerrado de poder y compromiso, pero sobre todo con su acuerdo tácito de no hacer nunca un uso efectivo de los conocimientos transmitidos, creados y acumulados.

04 | Ya ni el agobio ni el dolor crean mundo. En las democracias liberales, como ya había sucedido en los regímenes totalitarios, hemos salido del registro lírico y también trágico, hemos salido del expresionismo y estamos en la abstracción económica. Cada imagen de exterminio es para el poder, y pronto será para nosotros, tan figurativa como una pintura monocroma.

El realismo siempre ha sido una cuestión de traducción, una construcción hecha de códigos, pero ahora para creer en la realidad necesitamos quizás de imágenes y palabras más libres del presente, porque el presente está constituido por las mercancías y los sentimientos que estas provocan.

05 | Hacer metáforas es exponer la insuficiencia de la lengua al reconstruir historias allí donde hay necesidad de lógicas. Hacer metáforas es estar corto de ejemplos concretos e incómodo con la historia. Tal vez no es nada más que un pudor burgués, miedo a decir las cosas como son, sin volverlas literatura, efectos de lenguaje.

06 | Necesitamos estructuras para canalizar nuestras fuerzas no para disolverlas, aunque para construirlas habría que tener las energías de las que nos privan las desorganizadas luchas cotidianas.

07 | Foucault escribió que la reivindicación implícita de toda revolución es «Tenemos que cambiar nosotros mismos».

08 | En una era calificada posfordista, en la que lo hecho sobre pedido ha sustituido a lo producido en serie, los únicos bienes que todavía se producen en una línea de ensamblaje (la del sistema educativo) sin saber para quién ni por qué son los trabajadores, entre ellos los artistas.

09 | Los extranjeros no son los que vienen de fuera, los que son de otra raza; la raza de los indeseables es simplemente la de los explotados, la de quienes son relegados al campo de la necesidad y confunden las fronteras de los deseos con aquella de los espejismos publicitarios. Pretendemos que van a desaparecer como tales, que son el resultado de una contingencia desfavorable, de una democracia inacabada, que son el síntoma de una enfermedad infantil del capitalismo global.

(09 bis | En un comentario sobre los poemas de Brecht en 1939, [Walter] Benjamín escribe: «Quienquiera que luche por la clase explotada se convierte en inmigrante en su propio país».)

10 | Los artistas contemporáneos quieren lo mismo que todos los demás: vivir una vida emocionante en la que los encuentros, lo cotidiano y la subsistencia se relacionen de tal forma que tenga sentido. No necesitan el patrocinio de las mismas multinacionales que arruinan su vida, no necesitan estar de residencia por el mundo en lugares donde nadie los ama y en donde no tienen nada que hacer aparte de turismo. Lo único que necesitan es un mundo liberado de las relaciones sociales y objetos generados por el Capital.

Los fragmentos pertenecen al colectivo Claire Fontaine, que expone hasta el 18 de septiembre en el Musac de León, y proceden del libro Notas sobre economía libidinal, editado por Inés Rodríguez.

10 de agosto de 2011

Plagas africanas en Noruega




He aquí un ejemplo desafortunado de cómo un lenguaje inadecuado puede herir algo más que la sensibilidad. Aunque sea fútbol, aunque sea Telemadrid y aunque el locutor no parece querer enarbolar un discurso racista: ¿se puede decir en un medio de comunicación público «una gran plaga sobre todo de gente de África» para referirse al aumento de inmigrantes en Noruega?

Además, como acertadamente comenta @salvemostelema en este enlace, ¿nos ofenderíamos si alguien se refiriese a nuestros inmigrantes en Suiza, Alemania, Argentina, Venezuela, etcétera como «una gran plaga sobre todo de gente de España»?

Por último, una pizca más de sentido común: el contexto. Quiero decir: Noruega, Oslo, Breivik. ¿Más pistas? No decimos palabras en el vacío; las lanzamos al ágora pública, un lugar donde interaccionan con los discursos de otras personas, con las circunstancias que vivimos... Hay que pensar más lo que se dice y cómo se dice. Ejemplo tonto: ¿y si un locutor de la BBC comentara algo así en un partido entre, pongamos, el Tottenham y ese mismo equipo noruego?

Quiero decir: Londres, Mark Duggan (29 años), disturbios.

PD. Es el partido Stromsgodset 0 - Atlético de Madrid 2, disputado a principios de agosto como clasificatorio para la Europa League.

6 de agosto de 2011

Peligros de tuitear una manifa


Es solo 1 minuto y 56 segundos; pero basta para entender que algo falla en España. La escena es tan simple como cruel y lanza un mensaje claro: cada vez que veas a la Policía huye, aunque no estés haciendo nada. Huye. He visto 4 o 5 veces la agresión de la Policía Nacional contra Gorka Ramos, periodista de lainformacion.com, y cada vez que la veo pienso lo mismo: los policías parecen una banda de cabezas rapadas rodeando a un marroquí o a un senegalés; un hatajo de hooligans necesitados de pegarle a alguien sin motivo alguno, porque sí, de manera arbitraria.

Quiero decir: Gorka ni ha quemado cajeros ni ha roto escaparates ni ha lanzado cócteles Molotov... (Nadie lo hace en el 15M, pese a que la derecha mediática y la política lo tildan de movimiento antisistema, violento, radical y no sé cuántas cosas más). El único delito de Gorka, como se ve en el vídeo, fue tuitear pacíficamente desde su móvil para su periódico qué estaba sucediendo en la carga policial frente al Ministerio del Interior. Resultado: un porrazo en la cintura, una patada en la cabeza y salir esposado y escoltado por una docena de policías.

No conozco a Gorka; pero, miro el vídeo, y le veo muy parecido a mí o mis amigos. Lo veo tan parecido que siento que ayer le pegaron a él, pero que mañana podrían pegarme a mí o alguien cercano a mí... No es broma: vamos vestidos con camisetas y pantalones similares, tenemos barba, no somos violentos, intentamos enterarnos de la realidad acudiendo a las fuentes o, si un policía nos pega sin motivo, procuraríamos mirar su número de placa para denunciarlo. También usamos nuestros blogs o cuentas de twitter para criticar aquello con lo que estamos en desacuerdo o difundir aquello que nos gusta... Un perfil de máxima peligrosidad para la Policía, se ve.

Estamos avisados: si nos trincan en el lugar adecuado, nos aplicarán el mismo protocolo que a Gorka.

Ok, computer. 

Ahora bien, ese no es el único problema. Además está el ABC, capaz de manipular la realidad hasta convertirla en algo como este artículo que firma Carlos Hidalgo. Un texto del que se deduce que no solo debo temer por mi integridad cuando vea un policía, sino que además estoy sujeto a que me investiguen de acuerdo con una lectura —algo tergiversada me parece a mí— del artículo 514 del Código Penal si apoyo una convocatoria del 15M a través de las redes sociales.

Y por si faltaba alguien más para criminalizar al movimiento, hoy ha aparecido Esteban González Pons, quien ha acusado al 15M de ser un grupo violento, radical y que le complica la vida a la gente. Y lo dice él, que en una vida anterior debió de ser dóberman o pit bull terrier... Y mientras lo dice yo repaso el vídeo de Gorka o los vídeos de otras actuaciones violentas de la Policía desde que empezó todo esto y pienso en si yo me he perdido algo. No recuerdo coches quemados, vidrieras rotas, contenedores en llamas o algo así.

Nada.

A pesar de que las movilizaciones congregan a miles de personas, los incidentes han sido mínimos. Por tanto, cuando el ABC, Esteban González Pons —a quien nunca he visto en Sol—, Libertad Digital y compañía hablan de «grupo violento», ¿a qué se refieren? En serio: ¿a qué se refieren? 

Y cuando alguien tan extremista usa el adjetivo «radical», ¿a qué cualidad de alguien como yo, por ejemplo, alude?

Es que cuando leo u oigo hablar a esta gente parecería que el 15M ha convertido la Puerta del Sol en una banlieue francesa, que ha habido acuchillamientos, violaciones o algo parecido... Y sin embargo, hasta ahora los únicos que han sido violentos —y por violencia entiendo golpear de manera gratuita— han sido los policías. Y a las pruebas me remito (1, 2 o 3): no solo le han pegado a gente como Gorka, sino a mujeres, ancianos, discapacitados...

Ahora que sabemos quién no nos defenderá de los abusos policiales, solo falta saber si la Justicia lo hará. El vídeo de arriba dice que esos policías deberían ser sancionados.

PD. No dejaría de ver este vídeo para entender cómo mienten algunos políticos y medios respecto al 15M.

4 de agosto de 2011

Metáfora democrática


@GLlamazares «En la época de la imagen, no se dan cuenta que la Puerta del Sol vacía, en estado de sitio, es la metáfora de una democracia vacía y sitiada».

Foto: Kike Huesca, agencia EFE, publicada en el periódico 20 minutos.

PD actualización de las 17:11 h: el punto de vista del SUP (Sindicato Unido de la Policía).