30 de octubre de 2012

Cánovas, Benito Pérez Galdós

Escribió don Benito Pérez Galdós en el último capítulo de su novela Cánovas (por cierto, la última de la 5.ª y —valga la repetición— última serie en que agrupó sus 50 episodios nacionales):

»[...] La paz, hijo mío, es don del cielo, como han dicho muy bien poetas y oradores, cuando significa el reposo de un pueblo que supo robustecer y afianzar su existencia fisiológica y moral, completándola con todos los vínculos y relaciones del vivir colectivo. Pero la paz es un mal si representa la pereza de una raza, y su incapacidad para dar práctica solución a los fundamentales empeños del comer y del pensar. Los tiempos bobos que te anuncié has de verlos desarrollarse en años y lustros de atonía, de lenta parálisis, que os llevará a la consunción y a la muerte.    

 » Los políticos se constituirán en casta, dividiéndose hipócritas en dos bandos igualmente dinásticos e igualmente estériles, sin otro móvil que tejer y destejer la jerga de sus provechos particulares en el telar burocrático. No harán nada fecundo; no crearán una Nación; no remediarán la esterilidad de las estepas castellanas y extremeñas; no suavizarán el malestar de las clases proletarias. Fomentarán la artillería antes que las escuelas, las pompas regias antes que las vías comerciales y los menesteres de la grande y pequeña industria. Y por último, hijo mío, verás si vives que acabarán por poner la enseñanza, la riqueza, el poder civil, y hasta la independencia nacional, en manos de lo que llamáis vuestra Santa Madre Iglesia.    

» Alarmante es la palabra revolución. Pero si no inventáis otra menos aterradora, no tendréis más remedio que usarla los que no queráis morir de la honda caquexia que invade el cansado cuerpo de tu Nación. Declaraos revolucionarios, díscolos si os parece mejor esta palabra, contumaces en la rebeldía. En la situación a que llegaréis andando los años, el ideal revolucionario, la actitud indómita si queréis, constituirán el único síntoma de vida. Siga el lenguaje de los bobos llamando paz a lo que en realidad es consunción y acabamiento... Sed constantes en la protesta, sed viriles, románticos, y mientras no venzáis a la muerte, no os ocupéis de Mariclío... Yo, que ya me siento demasiado clásica, me aburro... me duermo...».

Benito Pérez Galdós, Madrid-Santander (marzo-agosto de 1912)


PD 01. El libro puede leerse aquí.

PD 02. Con el permiso de don Benito, y a vuelateclado, rescato algunos ejemplos recientes del «lenguaje de los bobos». Por desgracia, hay miles más; que cada quien aporte/busque los suyos:
  • Dolores de Cospedal comparando el 25S con el 23F (vídeo, aquí). 
  • Rajoy felicitando a quienes no se manifiestan contra sus recortes y adjudicándose ese silencio como beneplácito ante su política (vídeo, aquí).
  • Fátima Báñez hablando de que España ya está saliendo de la crisis... cuando resulta que estamos negociando un rescate y Barack Obama habla de ayudarnos (artículo, aquí).
  • José Antonio Griñán reconociendo, ahora que su partido pierde votos a porrillo, que reformar la Constitución fue un error... y que el PSOE debería afrontar una «reflexión orgánica». Y todo ello, sin hacer autocrítica de sus casos de corrupción en Andalucía (artículo, aquí).
  • Alfredo Pérez Rubalcaba prometiendo subir los impuestos a los ricos... justo después de que su partido dejase de gobernar (artículo, aquí).
  • Un socialista expresidente de la Comunidad de Madrid, Joaquín Leguina, respaldando la españolización de Cataluña propuesta por el ministro Wert... Así, así se construye nación, claro que sí. (artículo, aquí).

PD 03. Empiezo a entender mejor eso que dijo Cánovas del Castillo, allá por 1876, según Benito Pérez Galdós, mientras se elaboraba la sexta o séptima Constitución del siglo XIX y no había acuerdo sobre a quién debía considerarse español: «Pongan ustedes que son españoles... los que no pueden ser otra cosa».
 

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