23 de febrero de 2009

Teína n.º 20 :: Solidaridad

Ando vago con el blog últimamente, lo sé... Son las cosas de que los días duren apenitas 24 horas y uno mantenga varios proyectos en marcha, y además intente sobrevivir. En estas semanas estuve cerrando con mi compi Juan Pablo el n.º 20 de Teína, una tarea que entre unas cosas y otras se nos complicó más de la cuenta. Por suerte, este fin de semana publicamos el número, que contiene un extenso dosier periodístico dedicado a la solidaridad (aconsejo no perderse las entrevistas con Susan George y con Yoani Sánchez, también el artículo Solidaridad asalariada, de Santiago Alba).

En cuanto a literatura, el menú se compone de las entrevistas a Constantino Bértolo, Rodrigo Fresán, Pote Huerta y Sergio Chejfec, el artículo Lengua e identidad de Ignacio Echevarría, diez reseñas de libros y un artículo sobre la escritura de Mario Levrero. En fin, que esas son las razones de mi ausencia bloguera. A ver si poco a poco retomo el tono muscular 2.0.

PD: A quienes gusten del jazz, les recomiendo pasar por esta nota que escribió Pablo Contursi.

8 comentarios:

  1. ¿Vago con el blog? ES increíble lo activo que lo mantienes: mereces una beca o subvención por el excelente trabajo! Los lectores, agradecidos; el colmo sería protestar...

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  2. Diga que sí, una beca sería genial. Con la cantidad de plata que se están fundiendo los directivos de los bancos, podrían subvencionarnos a miles de blogueros de por vida. Es más: con esos sueldos de 165 millones de dólares anuales que cobran algunos de ellos, ¿imaginas la cantidad de gente como nosotros que se dedicaría a lo que le gusta: leer y escribir? Pero, bueno, se ve que el mundo necesita traficantes de armas, asesinos a sueldo, estafadores piramidales, y que si no no funciona.

    Un abrazo, compañera.

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  3. Leí la entrevista a Fresán. Muy interesante. Me gustó mucho ese dato sobre las nueve libretitas con las historias esperando, como un fondo fiduciario. En cuanto a los prólogos y su tarea "evangelizadora". No tengo nada en contra de él como prologuista, es muy bueno, pero eso de decirse "evangelizador", ja... bueno, debe estar dicho como un jugueteo. HAce un año o más leí una reseña que para ADN de La Nación hizo Leopoldo Brizuela sobre "El aliento del cielo", la recopilación de toda la narrativa breve (por primera vez) de Carson McCullers en español. Brizuela trató a Fresán prácticamente de fastidioso por escribir un prólogo para cada cuento del libro de casi quinientas páginas (creo que quinientas)...
    También leí el ensayo de Echeverría. Muy bueno. Aunque también me quedo pensando en que somos, en una comunidad tan grande como la hispanohablante (¿hay otra tan extendida con tantos países y tantos kilómetros cuadrados teniéndola como lengua materna?), en que somos, decía, presas (no sé si presas es la palabra) de una doble pulsión. La primera que nos lleva asombrosamente a usar la misma lengua que nos permite leer lo que siente y le pasa a gente tan distante: yo leyendo desde Uruguay a Pérez-Reverte, pongamos, tú desde allá leyendo a Levrero. La segunda pulsión es de repliegue, tiene que ver (como dice Echeverría citando a Fogwill) lo que tenemos que cuidar para que nuestra lengua, que es nuestra manera de ser, no se pierda en la inmensidad de lo que viene de otras comunidades. En fin, creo que por ahí pasa ese doble movimiento. ¿Cómo sabemos cuánto de cada cual es necesario para preservar lo que haya que preservar de nuestra identidad? ¿Cerrarnos sobre nosotros? ¿Volcarnos desmedidamente sobre los otros? Por suepuesto, las editoriales juegan con eso para beneficio económico propio, y es posible que tenga gerencia en la formación de los lexicones y los manuales de ortografía... A lo que voy también es que el español, como toda lengua viva, va por su rumbo y ese rumbo a veces es desconocido, incierto como para hacer pronósticos.
    Un abrazo y gracias por entregar esos materiales.

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  4. El artículo de Santiago Alba Rico, necesario para desperezar la cabeza.

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  5. Gracias, Damián, por ese amplio comentario sobre los artículos de Teína. Le haré llegar a Cristian, que es quien entrevistó a Fresán, tus dichos.

    En cuanto a la labor de Fresán como prologuista poco puedo decirte: hojeé los libros alguna vez, pero no tengo ninguno. Eso sí, juraría que algo parecido a lo que comentas se le criticó con la antología de cuentos de John Cheever que hizo, “La geometría del amor”. Desconozco por qué un prólogo por cuento, y no el típico ensayo general a modo de apertura del volumen. Quizá sea un intento de Seix Barral y Emecé por generar cierta novedad editorial y probar un formato nuevo.

    Reverte y Levrero... No me terminó de quedar claro qué hacen Arturo Pérez-Reverte y Mario Levrero en una misma oración. No me asustes, por favor. Quiero creer que el primero lo has elegido como representante de la literatura mediática, como paradigma del libro como producto cultural, de ejemplo del sesgo que generan las multinacionales como Alfaguara cuando lo promocionan a bombo y platillo como un autor de referencia, como epítome de la poética del marketing: “No me hables de calidad: si no vendes, no existes”.

    Como el propio Echevarría reseña en “Trayecto crítico”, no es nada contra el autor o contra quienes lo leen, sino contra lo ejecutivos de ventas que pretenden colocárnoslo como si fuera el Velázquez de las letras y lo quisieran colgar en el Museo de El Prado. Reverte es un autor de segunda, tercera fila; no puedes comparar sus búsquedas estéticas --si es que las hay-- con las de Levrero, por ejemplo.

    En cuanto al artículo de Echevarría, tómalo desde una perspectiva estrictamente editorial. Quiero decir: él no habla de lo que sucede en la calle, sino de cómo el mercado fija patrones literarios y de cómo algunos autores los asumen para poder “triunfar”.

    Lo que critica es la falta de color en la lengua de los libros latinoamericanos que se publican en España, esto es, el intento de algunas multinacionales —y esta licencia es mía— por copiar el modelo de los grupos televisivos que doblan las telenovelas al “español neutro” para así poder vender la emisión a más países hispanoamericanos. En definitiva, la crítica recae en la primacía de los criterios empresariales sobre los culturales... Y en la complacencia que demuestran muchos escritores y críticos ante esta situación.

    Un abrazo y gracias por la lectura.

    **
    *

    Manuel:

    Estás en lo cierto: un placer leer a Santiago Alba (a quien no conocía y de quien no sabía que había sido guionista de La bola de cristal).

    Por cierto, en Caballo de Troya publicaron "Leer con niños", que sabiendo ahora el precedente de La bola de cristal, me dan muchas ganas de leerlo.

    Un abrazo.

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  6. Yo lo tengo en casa,lo empecé, pero lo dejé, no porque no me estuviese gustando sino porque se cruzaron otras lecturas. Sé que lo voy a leer pero no cuándo. Hay tanto que leer. Levrero,con todo lo que se está publicando ahora, lo tengo que coger en marzo, una vez tenga el sueldo sin gastar, que este mes...
    Saludos, Rubén.

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  7. Hey amigo, muy bueno el Blog. Siempre te recuerda este buhardillero compañero de andanzas de los subtes de Viena. Un abrazo argentino.

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  8. Hey, José Luis, tanto tiempo... Muchas gracias por el piropo. Viena...

    Uf, qué de agua pasó bajo el puente desde entonces. Yo también me acuerdo, che.

    Un abrazo.

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