18 de septiembre de 2012

Enrique Urquijo




Anoche tocó insomnio. Y cuando abrí los ojos a las 4:23, esta canción, «Aunque tú no lo sepas», de repente estaba allí. No es que sea un fan de Los Secretos o de Enrique Urquijo —o no al menos por ahora—; sin embargo, la había escuchado por la mañana mientras Pancho Varona contaba en la radio un par de anécdotas de Urquijo con Joaquín Sabina y, desde entonces, la melodía se me quedó prendida como la mugre del verano al cristal de mi ventana. Ignorante de mí, solo conocía la versión de Quique González.

Un tipo tímido, tierno, cariñoso y necesitado de cariño. Más o menos así describió Varona a Urquijo. Eso mismo corroboran algunos artículos que, cada tanto, han conmemorado el aniversario de su muerte (16 de noviembre de 2001). Lo suyo fue una sobredosis. Lo encontraron una noche en un portal de Malasaña, en la calle Espíritu Santo, cerca de donde yo viviría años después... Aguantó hasta los 39 años la pelea contra la heroína y otros excesos. Ni siquiera su hija, con la que posaba radiante en algunas fotos, consiguió salvarle del abismo.

Ni siquiera su hija.

Se ve que esto de vivir no es tan fácil como algunos quieren hacernos creer, que no solo depende de la economía o del éxito profesional. Somos seres complejos, repletos de emociones, más frágiles de lo que creemos. Hay días buenos y días malos... Y los malos a veces son muy malos. Quizá tuvieran algo que comentar al respecto Antonio Vega o Carlos García Berlanga, dos compañeros de generación de Enrique Urquijo que también abandonaron pronto este escenario desde donde yo ahora escribo. Uno en 2009, a los 51; el otro en 2002, a los 42. Los dos, también, auspiciados por las drogas.

Por alguna razón, escuchar una y otra vez esta canción triste me ha servido para retomar el blog después de varios meses sabáticos. Más adelante, y si el impulso dura, puede que descubra el porqué. No sé, quizá sea la crisis de los 40, que se acerca. Por ahora, me conformo con (re)tomarme esto de bloguear sin más horizonte que pasar un buen rato y poner a salvo unos cuantos pensamientos/sentimientos. Últimamente todo es demasiado existencial en este país.

PD 01. Enrique Urquijo versioneando un canción de Carlos García Berlanga, «El hospital». Tal para cual.

PD 02. Deberes: tengo que sacar 2 horas para ver este documental sobra la Movida Madrileña. Tiene buena pinta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario