16 de abril de 2017

La revista Siwa: «Historia natural y moral de los vientos»

Hace un par de semanas me llegó, por fin, mi anhelado ejemplar del n.º 5 de la revista argentina Siwa, una publicación singular y sobresaliente donde las haya. Este último número está dedicado al viento o, para ser más exactos, a la... Historia natural y moral de los vientos. Que comprende sus voces, silbos, ululares, y sus manifestaciones en forma de brisa, soplo, tifón, y vendaval, con interesantes observaciones relativas a la religión, la mitología, la ciencia literaria, la leyenda y la fábula, y varios acápites sobre las criaturas que el viento prodiga o engendra.

Como puede deducirse de ese título —que más que un título parece una declaración de intenciones— o de las fotos que aporto, Siwa es, entre otras cosas, un sano ejercicio de anacronismo y un bello atentado contra el sentido común. O dicho de otro modo: es una manera valiente de capear las turbonadas del mercado editorial —gobernado con mano férrea por el utilitarismo cortoplacista— y publicar aquello que a uno le gustaría leer y que otros no se animan a hacer. De hecho, más que una revista es un libro-objeto.

En el texto que abre el número, Salvador Gargiulo —miembro de la Audiencia de Confines de la Ciudad de Buenos Aires y una de las mentes tras este endriago de papel— explica con detalle qué tipo de terminaciones gráficas puede encontrar quien se aventure entre los céfiros de estas páginas:
Respecto de su realización gráfica, nos debemos la utilización de recursos de verdad anacrónicos, propio de la factura medieval. El taller a lo William Morris deberá esperar mejores épocas. Pero sí hemos procurado, esta vez y siempre, echar mano de cuanto la tecnología tenga y guarde de puramente artesanal: tipografías trémulas, guardas estilográficas, desproporciones teratológicas, cierres en abanico, espacios en blanco que podrían confundirse con un simple derroche, derroches que podrían confundirse con hueras tautologías. La inadecuación a la época es otra página de nuestra militancia.
Y en esta entrevista con la agencia Télam, deja claro el punto de vista que defienden sus compañeros y él:
—¿Qué tipo de lectura propone "Siwa"?
—Si existiese un metrónomo de lectura, "Siwa" debería ser leída al ritmo de larghetto, como un aria. Conviven allí casi cuarenta autores, en un microclima que vuelven propicia la lectura. Y si bien tal metrónomo no existe, es nuestra sugerencia que los lectores eviten todo apuro: el oasis es también un laberinto. Esta es una revista cara, inestable e impuntual. No cuenta con publicidad ni apoyo institucional. Sus lectores son los garantes de cada nueva edición. Nadie aquí gana dinero: lo recaudado se distribuye entre el diseñador y la imprenta, que es todo lo que necesitamos para emprender un nuevo viaje. Siwa no busca captar un lector: lo inventa.

Desproporción teratológica.
Detalles ventosos.














Quiénes colaboran en el n.º 5


El índice puede consultarse en la web de la revista. Juraría que no está completo, pero da una idea bastante amplia de lo que contienen las algo más de 260 páginas del número. Además de los artículos del núcleo fundador —Salvador Gargiulo, Gonzalo Monterroso, Christian Kupchik y Héctor Roque-Pitt— y de Esther Soto —a cargo de la producción de esta joya—, destacan, entre otras, las colaboraciones de escritores como Luis Gusmán y Luis Chitarroni, el poeta Hugo Padeletti, el ensayista José Emilio Burucúa —publicado en España por la editorial Periférica— o el editor Alejandro Winograd.

El cabo de Hornos, por A. Winograd
Hay muchos más nombres, pero no todos los conozco con igual precisión que los anteriores (mis conocimientos llegan hasta donde llegan...). En cualquier caso, trasncribo aquí unos cuantos más: Liliana Villanueva, Hernán Ronsino, Natalia Gelós, Carolina Martínez Behr, Mónica López Ocón, Pablo Cingolani, María Mercedes Delgado, Miguel Grinberg, Asunción del Azar, Mario Goloboff...

En la agencia Télam titularon «Cuarenta escritores argentinos componen una historia...»; sin embargo, como mucho, los argentinos-argentinos calculo que son 38. ¿Por qué? Pues porque por ahí anda, por ejemplo, Miguel Sánchez-Ostiz, un escritor navarro que ha escrito sobre ese viento tan euskaldún que es el haizegua. Y también estoy yo, que tengo de argentino solo los 4,5 años que viví en Buenos Aires a principios de este siglo (pero que no tengo problema alguno en pasar por rioplatense si hace falta). En mi caso, escribí sobre cómo el viento derrotó al muy gallego de don Pedro Sarmiento de Gamboa en su segundo viaje al estrecho de Magallanes.

Los ejemplares de Siwa son pocos —unos 500— y está numerados. Por ahora, la revista solo se distribuye en unas pocas librerías de Buenos Aires (en el enlace dan tres, pero juraría que hay alguna más...). En caso de duda, contactad con la revista o pasad por la librería Club Burton. (Y si logramos traer unas cuantas a España para distribuirlas, ¡ya avisaremos!).

*


Poemas de Hugo Padeletti.
Pedro Sarmiento de Gamboa y el viento.
La revista incluye separata.

2 comentarios:

  1. Hola, a pesar de link, no encontré puntos de venta en Montevideo.
    Gracias

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  2. Tienes razón, Cecilia: el enlace no da ninguna librería uruguaya; son todas de Buenos Aires. Se ve que mezclé informaciones sin darme cuenta (y sin haber verificado el enlace...).

    Eso sí, déjame preguntar si la revista se puede conseguir en Uruguay. Hace algunas semanas, mis noticias eran que sí, que había al menos una librería interesada. Confiado de mí, lo di todo ya por hecho. Disculpa el error.

    ¡Saludos!

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